DAYANA LEANDRO

Hoy en día, la comunicadora social de la Universidad Santa María y locutora de la Universidad Central de Venezuela, suma dos décadas de vida artística y su programa punta de lanza Placeres urbanos, transmitido a través de La Romántica 88.9 FM, arriba a 11 años.

En sus inicios profesionales, Leandro fue modelo de la competencia de talento ¿Cuánto vale el show?, animado por Guillermo ‘Fantástico’ González, emitido en la década de los 90 en Venevisión. “Después, quedé en la plantilla de Unión Radio, que es una gran escuela; ahí fui productora e hice programas especiales”, recuerda.

No transcurrió mucho tiempo para que la conductora de tersa voz ideara el formato del espacio que la ha mantenido vigente en la radio durante más de una década. 

“Mi primera oportunidad como locutora la tuve en Planeta 105.3 FM, donde conduje Sin flash radio; allí fue cuando creé Placeres urbanos, un programa con el que quise desde sus inicios cubrir todos los eventos de vida social de Caracas. En ese momento, no había programas de gastronomía sino de recetas, el que estaba al aire era el de Víctor Moreno y su papá”, destaca. 

Sin proponérselo, Leandro fue pionera de una fuente que no había sido abordada en la radio venezolana.

“Hace 11 años, nadie hablaba de placeres porque los relacionaban exclusivamente con sexo y tampoco usaban el término urbano, así que conquisté un nicho que nadie había explotado. Hoy en día, todas las secciones de las revistas hablan de placeres, pero en ese tiempo no lo hacían por lo que, en ese sentido, me siento visionaria. Arranqué hablando de gastronomía como una sección emblemática desde el punto de vista sensorial, ‘qué vas a comer ahí’, ‘cómo te vas a sentir en ese lugar’, ‘qué te puedes poner de ropa’, ‘con quién deberías ir a ese lugar’. Creo que ha calado muy bien y a la muestra es el tiempo que tiene al aire Placeres urbanos. Al principio, era transmitido los fines de semana, luego lo pasaron a la semana y me dieron media hora más. Toda esa terquedad mía y trabajo ha funcionado y ha rendido sus frutos”, refiere.

¿En algún momento se sintió presionada por ser hija de Jesús Leandro? 

– Presión no, pero sí una gran responsabilidad. El nombre de mi papá es un bien fuerte y pesado en la radio, una referencia importante en el mundo de la locución y yo no quería defraudarlo. “No puedo hablar mal, soy la hija de Jesús Leandro”, pero más allá de eso, desde que nací estoy yendo a una cabina de radio con mi papá, así que fue algo natural para mí. Él supo inculcar en mí el respeto hacia la radio, el micrófono y los oyentes.  

DEMO DAYANA LEANDRO